Aquí, sobre vuestros pechos, persistimos como una muralla en vuestras fauces como cascos de vidrio imperturbables y en vuestros ojos como una tempestad de fuego
Aquí sobre vuestros pechos persistimos como una muralla en lavar los platos en vuestros tugurios en llenar los vasos de los señores en frotar el enlosado de las cocinas negras para poder sacar el bocado de nuestros hijos de vuestros colmillos azules
Aquí sobre vuestros pechos persistimos como una muralla hambrientos desnudos provocadores declamando poemas
Somos los guardianes de la sombra de los naranjos y de los olivos sembramos las ideas como la levadura en la masa nuestros nervios son de hielo pero nuestros corazones vomitan fuego cuando tengamos sed exprimiremos las piedras y comeremos tierra cuando estemos hambriento Pero no nos iremos y no seremos avaros con nuestra sangre
Aquí tenemos un pasado y un presente Aquí está nuestro futuro
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