
Las diferencias que existe en la Izquierda Argentina se dibujan desde el comienzo mismo de tal partido. Desde el principio se ignoró las necesidades del país entrando en disputas referentes a la Internacional Comunista o dícese mejor de lo que disponía Moscú bajo la dirección de Stalin en forma puntual, con su respectiva disidencia (Trotsky) que también influían en los métodos aplicados en el partido y sus posteriores ramificaciones en nuestro país.
El panorama que presenta hoy la izquierda en el país es igual de disperso que en épocas de su creación, tal sea, por diferencias intelectuales, organizativas o tibiezas idealistas de aplicación en la práctica siguiendo los cánones del oficialismo gubernamental, no para enriquecer de poder al partido sino a intereses particulares.
Izquierda Dura; Sin un fuerte aparato político, gritando y manifestando con piedras en las manos con el solo fin de hacer ruido sin dejar a su paso un mensaje que uno pueda recoger, dando a los medios de comunicación (oficializados) de forma gratuita leña para el fuego que mantiene contra la oposición débil que es la izquierda en su conjunto.
Izquierda Dogmática; Aplicando fórmulas foráneas, pensando que éstas pueden ser utilizadas en forma sistemática en cualquier país del mundo, olvidando, que hacer eso es seguir el camino capitalista de vender recetas a países del Tercer Mundo sin saber, si quiera, que efectos puedan llegar a causar.
Izquierda Reflexiva; Es la que solo debatiendo y discutiendo piensa que encontrará la solución salvadora de los problemas que sufre el país, sin nunca llegar a la acción y aclopándose en demasía a una democracia burócrata de seguir los lineamientos jurídicos que imponen los gobiernos de turno.
Izquierda Disidente; Partido que está en contra de otros partidos que no tengan un pensamiento análogo a ellos, en otros ven los errores, encuentra responsables de muchos problemas, denuncia con autoridad toda violación de los derechos, pero, pareciera no tener ideas claras que construyan una la solución a los problemas que denuncian, quedándose, claro está, solo en los achaques.
Si existiera una Izquierda que traiga soluciones para nuestra sociedad que puedan ser viables en la realidad del país, izquierda que estudie cada uno de los problemas del más pequeño al más grande y dé con una solución para cada problema, izquierda que informe sin mentiras, que tenga métodos de acción y no solo palabras, una izquierda donde se debata y discuta
los problemas internos y externos del partido, izquierda que sepa golpear el punto más débil de un gobierno indiferente, que salga a manifestar y deje un claro mensaje en el tumulto, donde sepan disertar ideas sólidas, concretas del camino a recorrer y los puntos a cumplir en la organización y acción del partido, sin utilizar frases demagógicas de nuestros héroes muertos buscando un aplauso vacío, pero, si, siguiendo las ideas, el ejemplo y la abnegación de nuestros héroes muertos por ideales que guían nuestra más sana conciencia revolucionaria